¿Cómo fue la economía durante la dictadura de Primo de Rivera?

 

Miguel Primo de Rivera.
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La dictadura de Primo de Rivera comienza en el año 1923 tras un golpe de estado debido al desastre de Annual y finalizó en 1930 debido a la mala situación política y a sus problemas de salud (murió unas semanas después de dimitir en París).

Durante su dictadura, España tuvo un gran crecimiento económico gracias a diversas razones, como los felices años 20 (que impactaron en prácticamente todos los países importantes) y la fuerte presión fiscal por parte de José Calvo Sotelo (ministro de hacienda) que dotó de mucho margen de maniobra para realizar reformas a nivel nacional.

    José Calvo Sotelo.
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El contexto internacional afectó en la economía ya que, tras la victoria de la Triple Entente en la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos, Inglaterra, Canadá o Alemania consiguieron un gran crecimiento económico debido a el fuerte sentimiento a nivel global de tranquilidad tras la "Gran Guerra" y a los grandes avances tecnológicos que hicieron que mejorase el nivel de vida de toda la población. 

El cine, la moda e incluso los automóviles vieron como poco a poco iban convirtiéndose en grandes industrias, además del nacimiento de la época dorada de la radio, que era accesible para toda la población y que contenía una gran diversidad de programas por lo que entretenía a todos los habitantes.

Charles Chaplin, uno de los mejores actores de la historia.
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Estos avances impactaron en menor medida en España, sin embargo, los efectos de los mismos (el nacimiento de una sociedad consumista) hicieron que aumentasen los gastos y por ende el movimiento de dinero que acabaron derivando en un gran aumento de las economías nacionales.

Tras alcanzar un estado en el que la peseta era estable se apostó por continuar "economizando" los presupuestos y buscando endeudarse tan solo a largo plazo, no obstante, la moneda comenzó a depreciarse y en vez de intervenir rápidamente para solventar la situación se decidió a apostar en una revalorización de la misma.

Poco después se confirmó que esta decisión era errónea y cuando quisieron actuar ya fue demasiado tarde, Calvo Sotelo acabaría dimitiendo en 1929 y Primo de Rivera vio como su dictadura finalizaría sin haber podido estabilizar la situación del país.